Erase una vez una tienda donde estaban rifando un plato anaranjado claro y bonito. La familia Lozano fue a la tienda y dijeron un número que era el verdadero y se lo ganaron.
Llegaron a la casa muy contentos. Al papa le gusto tanto el plato que lo cogió para él, la niña se puso muy celosa porque pensó que sería perfecto para ella, pero no fue así.
La hija se puso a llorar y el padre le pregunto: -¿Qué tienes hija? La niña le respondió: - Quiero el plato y tú lo tienes. El padre como era bueno y la quería le dio el plato.
Carolina Ruiz Lozano
301 Sede B. J.M.
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